Qué difícil es amar sin temer que nos lastimen, qué difícil es amar cuando ya traemos heridas y tenemos cicatrices , y cuando han traicionado nuestra confianza.
Cosas que a veces pasan en la vida cotidiana me ponen a veces a reflexionar sobre el amor y la vida
El mundo sería mejor si cada uno escogiese a quien verdaderamente le corresponda de la misma forma en que uno ama, si le dijeran que si a quien que amas de corazón; quieren amarte por un gran tiempo de vida, en vez de quienes buscan solo aventuras.
Sería más justa la vida si todas las almas gemelas estuviesen juntas, si tan solo las personas, por un instante, dejasen el orgullo a un lado y pudieran darse cuenta de quién las ama incondicionalmente.
El cielo fuese más azul, si los amores platónicos pudieran juntarse sin importar las circunstancias y, si aquellos que se aman en silencio, se declarasen enamorados de una vez por todas.
Es así como la búsqueda de la felicidad es tan complicada y remota como la del amor, ya que ambas van de la mano, sin felicidad no se puede amar, y sin amar no se puede ser feliz.
La vida está llena de un sinnúmero de fracasos y solo unos pocos aciertos, pero estos últimos, aunque escasos, son capaces de motivar aún en la peor de las adversidades; es esta motivación con la que hay que adentrarse en la búsqueda del amor, ya que muy probablemente, nos llevaremos varias derrotas y fracasos que nos marcarán de por vida.
No obstante, es esta la esencia de vivir: el saber transcurrir entre la alegría y la tristeza, entre estar enamorado y estar desolado, entre la algarabía y la melancolía.
Es así como, irremediablemente seguiremos andando por el camino incierto del amor, con la emoción de querer pasar toda la existencia con el amor de nuestras vidas, pero también con el temor de no ser correspondidos.
Como he dicho, el mundo sería mejor si el amor fuese más justo, pero no lo es, y así debemos aceptarlo, imperfecto, como imperfecta es nuestra naturaleza humana.
POEMA...
Tengo miedo de tu piel,
porque me tiene atrapado
como una mosca en la miel.
Me dan pánico tus labios,porque me tiene atrapado
como una mosca en la miel.
porque después de besarlos,
te juro cariño mío,
lo dulce me sabe amargo.
Me da miedo tu mirada,
bella, tibia, limpia, clara,
porque al cruzarme con ella
dentro de tus ojos vivo
y fuera no existe nada.
Tengo miedo de quererte,
porque después de probarte,
vivir sin poder tenerte
no es vida, es mil veces muerte.
Se lo escribí a alguien que el tiempo me demostró que no lo merecía, pero supongo que eso ya da igual. Lo importante es que en un momento de mi vida, esa persona me hizo sentir así y supongo que es algo que tengo que agradecerle. Es algo que yo mismo me he dedicado a mí, para mostrarme mis inseguridades y mi forma de sentir y de amar. Siempre con miedo. No miedo al amor. Miedo al desamor. Al dolor después de la risa, al dolor que causa recordar con amor a alguien que ya no te quiere...
He aquí una manifestación y una percepción acerca del amor, más concretamente sobre la búsqueda de este, de lo injusto que resulta en la mayoría de los casos entregarlo todo a una persona, abiertamente o en secreto, y terminar sin recibir nada más que solo una enorme tristeza, y como no sólo nos queda aceptar esta condición, e intentar ser feliz de esta forma, sino que hay que ser sabio para cambiar y obviar lo que no nos hace feliz, y esquivar y eliminar lo que nos hace o puede hacer daño.
De cada uno depende hacer este mundo mas justo: con mas amor, mas paz y mas feliz...
Es por lo que Dios, creó el amor dentro de ti, para tu felicidad...y de quienes amas.
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