Sabes Dios, me diste el don de escribir, de endulzar la tristeza con fantasía y opacar el gris con una sonrisa. Pero hace un tiempo que me siento abandonada, me siento vacía, me siento perdida en este mundo; en mi mundo. La música solo me produce recuerdos, algunos fríos, otros simplemente buenos recuerdos; los placeres de la vida, esos que me alejan de ti, me brindan una llama de felicidad instantánea, no creo que deba decirte esto porque tú conoces mi ser.
No intento reprocharte ni mucho menos, solo Dios ¿por qué me trajiste hasta acá? ¿Qué buscas de mí? ¿Qué quiero yo de mí? ¿Por qué intento buscarme insaciablemente y solo me encuentro en la nada? Nada, una simple palabra que abarca sentimientos de angustia, dolor, tristeza, soledad e infinidad de nada.
Dios, qué hago con el nudo atado a mi corazón que bloquea mi vida, dame un puñal para cortarlo de raíz o dame tus manos para desatarlo. Perdona si me quejo sabiendo que tu creación sufre por enfermedades, pobreza, guerra, inundaciones, sufren de no tenerte a ti. Y yo que lo tengo todo y no tengo nada, que lo veo todo y no entiendo nada, que lo puedo todo y no intento nada, yo Dios, sufro de lo peor que le puede pasar a un ser humano, eso es tener pobreza en el alma, tristeza en el corazón, inundaciones y tormentas en mi cabeza. Yo Dios, sufro porque sé que me esperas con tus brazos abiertos y aun así no te quiero tener aquí.
Perdona mi cinismo y mi rebeldía, por querer tenerte y no obedecerte, por querer saciarme de ti y no agradarte, testarudas son mis ganas de sufrir teniéndote a ti, terca forma de vivir, mi alma manchada con la impureza y vanas alegrías de este mundo, este mundo que creaste y sin mayor elección nos tocó vivir.
Dios, solo intento desahogar esta furia que arrasa mis sentidos y nubla mi razón, esta ira que no me permite ver tu luz, esta fuerza oscura que penetra mi interior y me ahoga en la profundidad de una depresión. Quizás quien lea esto me reproche porque no veo la vida de otra forma, realmente no me importa porque solo basta estar apresado en la angustia y el miedo del “No le encuentro sentido” para sincerar y desnudar cada parte que compone mi ser, mis perfecciones e imperfecciones, mi bondad y mi maldad, mi conciencia e ignorancia...
LIISETH.
La depresión es un arma que va destruyendo día a día al ser humano, le va quitando el deseo de amar, socializar, el deseo de vivir, creer en lo Dívino y lo sumerge en un mundo de tristeza, soledad, rencor y odio... es un sendero de vida que va en caída directa y si no busca ayuda el final no es de buen augurio.
¿Se debe culpar a Dios por nuestros errores?...La verdad que no, lo positivo de todo esto, es que habiendo descendido tanto hasta tocar fondo...Las puertas se abren mostrando nuevas salidas y todos los peldaños que se presenten son solo de subida por un a vida mejor.
Aquí es donde Dios, se torna imprescindible para producir los cambios y la forma de iniciar es, entregarle a Él toda esa carga pesada que no deja avanzar, iniciar un diálogo con Dios a través de la oración y dejar que Él, con su amor, bondad y sabiduría de claridad a la mente para buscar los mejores caminos de salida a un cambio y una vida mejor...
Oración...
Amado Señor, a veces me siento tan deprimido/a que no consigo ni orar.
Por favor, libérame de este cautiverio.Yo Te agradezco, Señor, por Tu poder libertador y, en el nombre de Jesús,
expulsa de mí todo espíritu de depresión, de odio, de miedo, de autopiedad,
de opresión, de culpa, de falta de perdón,
y de cualquier otra fuerza negativa que haya atacado mí corazón.
Señor, destruye todas las cadenas que me atan.
Jesús, Te pido que yo pueda sentir Tu presencia cercana y bondadosa.
Cura mis recuerdos dolorosos. Lléname con Tu amor, Tu paz, Tu alegría.
Te pido que restaures en mí la alegría de mi salvación.
Señor Jesús, permite que la alegría brote como un río de las profundidades de mi ser. Yo Te amo, Jesús, yo Te alabo.
Trae a mi pensamiento todas las cosas por las que puedo agradecerte.
Señor, ayúdame a alcanzarte y a tocarte; a mantener mis ojos puestos en Ti y no en los problemas.
Yo Te agradezco, Señor,que me guías por valles oscuros.
En Ti y junto a Ti, ningun mal temeré.
Amén.
Cada ser es único, especial y con propósitos por cumplir para dejar huellas positivas para quienes vienen atrás.
Cada ser tiene su belleza interior y exterior por lo que se debe amarse y sentirse feliz, agradeciendo a Dios, por la vida y por ser parte de este maravilloso universo que Dios creó para vivir bien y feliz.
Dios les de sanidad a los enfermos, trabajo a los desempleados, felicidad a quienes están triste y mucho amor y paz a quienes estén pasando por momentos difíciles...
Bendiciones a sus hogares, a sus vidas y a quienes aman.
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