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viernes, 20 de julio de 2012

APRENDIENDO A PERDONAR


El perdón es algo con lo que todos tenemos que lidiar


No es fácil perdonar a alguien que realmente te ha herido


 profundamente. Imagino a Corrie ten Boom, la autora de 


El refugio, luchando por perdonar a las personas que 


estaban a cargo de los campos de concentración nazis. 


Debido a que ella había elegido esconder judíos de los 


nazis, fue encarcelada en barracas horribles, lo que tenía


 que comer no se parecía ni remotamente a comida, y 


soportó severos trabajos. Lo peor de todo, algunos 


miembros de la familia de Corrie murieron en el campo. 


Si Corrie pudo perdonar a sus captores después de todo 


eso, seguramente podemos perdonar a los que nos han 


herido.


Lucas 17:4 dice: «Y si peca contra ti siete veces al día, y 


vuelve a ti siete veces, diciendo: “Me arrepiento”,


 perdónalo.» El perdón fluye de un corazón que ha sido 


perdonado.




Tenía una amiga que me había hecho algunas cosas 


hirientes, y un día oré de esta manera: «Señor, ayúdame 


a amar a esta persona y a no tener malos sentimientos 


hacia ella. Perdóname por las veces en que sí los he 


tenido.» ¡No puedo explicar la paz y la libertad que Dios 


me dio luego de haber orado con esas palabras!


Tal vez seas tú quien haya hecho algo que ha herido a 


otra persona. Si el Señor te muestra que lo has hecho, 


haz lo que sea necesario para arreglar las cosas. ¡Dios te


 ayudará y te alegrarás de haberlo hecho!


Cuando David tuvo pecado no confesado en su vida, 


dijo: «Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió 


con mi gemir durante todo el día» (Salmo 32:3). Luego 


confesó sus pecados al Señor y Dios lo perdonó . 


Entonces dijo: «Con cánticos de liberación me rodearás» 


y «Alegraos en el SEÑOR y regocijaos, justos; dad voces 


de júbilo, todos los rectos de corazón».




Así como el Señor perdona nuestros pecados, 


perdonemos los demás y pidamos perdón a los demás. 


¡Vayamos a alabar al Señor.


Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra


 ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.


Lucas 17:3


Tomado del Libro Nuestro Andar Diario


Koepp Wisconsin


Rbc Ministrio


Aveces el daño recibido hace que las heridas sean muy 


profundas. y es ahí donde se hace difícil perdonar, pero 


la única forma de cicatrizar esas heridas es perdonando 


y cerrar la puerta a todo lo negativo del pasado. Una vez 


que se perdona, se inicia un nuevo camino positivo libre de ataduras.
Cuando el ser humano logra comprender que todo lo 


negativo que guarda en su interior, lo único que produce


 es daño en si mismo y se libera de todo perdonando y 


amando a los demás ...es cuando empieza a conocer y 


vivir la felicidad interior y exterior y eso se consigue 


aprendiendo a amarse a si mismo, a los demás y 


principalmente a Dios.




El ser humano sin la conducción de Dios, 


frecuentemente.... vive con luchas interiores que no le 


permiten ver senderos positivos de vida y no logr


dilucidar con claridad lo bueno y lo malo, porque solo 


el amor y bondad  y de Dios es lo que impulsa a buscar 


el mejor camino para estar bien con uno mismo, con 


los demás.... es con fe en un Dios real.







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