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lunes, 20 de julio de 2015

CUANDO TU ALIMENTAS TU CORAZÓN DE PAZ Y AMOR....LA PAZ Y AMOR COMIENZA A FLUIR EN TU HOGAR Y ERES UN APORTE DE PAZ PARA EL MUNDO.

Donde mora la paz, el mundo brilla con más luz, donde la violencia se 
detiene, existe una sonrisa que se ha escapado del lado humano más 
hostil del planeta. 
Creemos paz y amor sobre la tierra.
Es más bello morir por una bella causa que matar por ella, es más
constructivo trabajar por un día de guerra para la paz, que 365 días 
de paz para la guerra, es bueno llegar a una meta, pero es mejor 
ayudar a otros para que lleguen con nosotros.
Es hermoso compartir el pan con el hambriento, el techo con el 
peregrino, la amistad con el solitario, la alegría con el triste, las 
lágrimas con el que llora, la angustia del que sufre, la fe con el no 
creyente… Todos aborrecemos la guerra y somos partidarios de 
la paz.
Queremos la paz en el mundo, pero será imposible implementarla 
si primero no reina la paz en nuestro corazón y esta se fundamenta 
en la paz en los hogares, pero no se puede pretender la paz en la 
familia si cada uno de nosotros no goza de paz interior. 
Solamente el que se pacificó consigo mismo, será pacífico con los 
demás.
Trabajar por la paz es establecer aquellas condiciones de vida que 
hagan a cada hombre feliz, seguro de sí mismo y de su porvenir, 
trabajar por la paz es suavizar relaciones humanas, solucionar 
problemas, hacerse entender por todos y con todos, crear a 
nuestro alrededor un clima de comprensión, dar a cada uno lo 
suyo, respetando el derecho de todos.

Los que trabajan por la paz entre los hombres serán llamados hijos de 
Dios, porque Dios es el Dios de la paz y no el dios de la guerra, el Dios 
del Amor y no el dios del odio. Siempre es mejor construir que destruir. 
Y sembrar es construir para el mañana, para recoger mas adelante.
Siembra sonrisa a tu alrededor, siembra dulzura, amistad, sacrificios, 
siembra paz toda tu vida, y recuerda que el que siembra luz de 
esperanza, recogerá calor y amor. Al mundo no lo cambian los que 
lo critican, sino los que obran en él su generosidad, su entusiasmo, 
su entrega y su sacrificio.
Hoy debemos ser las manos que alivian, los ojos que orientan, los 
brazos que ayudan, las mentes que crean soluciones. Sumergirse en 
el mundo, para cambiar sus estructuras injustas, creando nuevos 
ambientes que posibiliten y faciliten la vida del mutuo amor.
Muéstrate agradable cuando te sientas inclinado a estar de mal 
humor, escucha con alegría a los que te hablan de sus problemas, 
aun cuando tú tengas mayores que ellos, hazte cargo de las tareas 
que los demás rehúsan y tratan de evadir, aun cuando para ello 
debas postergar tus gustos, habla siempre bien de todos… 
Pero en particular de aquella persona que en tu presencia es criticada, 
mira siempre el lado bueno de las cosas y sobre todo de las personas, 
y trata de hacer resaltar el lado bueno de todo, laméntate menos y
 actúa más, el éxito y el triunfo no es de los que hablan, sino de los que 
hacen.


A los que más sé hecha de menos al morir son aquellos que trataron 
sinceramente de hacer mejor al mundo durante su estancia en él, 
más bien de aquellos que han tomado mucho de la vida y han dado 
poco. Aquellos que han tratado de enriquecer al mundo en servicio 
de los demás, y no tanto de los que se enriquecieron a sí mismos 
aun con desmedro de la misma comunidad.
Las personas desaparecen, pero su recuerdo perdura por mucho 
tiempo. ¿Te has fijado como se consume la vela?, da luz, disipa 
tinieblas, pero a costa de su propia existencia, se va consumiendo, 
deshaciendo, desapareciendo… Y cuando ya no puede ser útil deja 
de existir. Así tenemos que ser nosotros, debemos dar luz a costa 
de nuestra vida.

Nuestro programa de vida debe ser dar felicidad a los demás. Debe ser 
hermoso llegar al final de nuestra vida teniendo conciencia de que nos 
hemos consumido por el bien de los demás. Dios nos da a todo un 
corazón noble y generoso, grande como el horizonte, para que 
colaboremos en la construcción de un mundo mejor y seamos 
predicadores de su gran amor y bondad.
Es mucho lo que nos queda por hacer, "Si quieres cambiar al 
mundo, cámbiate a ti mismo." Mahatma Gandhi
Dime que crees en la paz como yo creo en ella… dime que crees en 
el amor como pocos aún en la tierra. La paz y el amor son las 
respuestas a todo. Necesitamos un momento de luz para sentarnos 
a meditar y descubrir que es posible hacer de este mundo un 
lugar mejor.

Todo lo bueno, lo positivo es el amor y paz que viene de Dios.
El sol y la luna que brillan en lo alto del cielo no desean ver más gente 
matándose ni seres odiándose. Llevemos la paz al mundo, comparte 
este mensaje de amor con todo tu cariño.
Yo quiero un mundo de paz, un mundo donde el amor y la libertad 
sean los protagonistas del cambio que necesitamos. Paz y amor para 
toda la humanidad.
i siembras alegrías en un lugar donde solo hubo tristezas, verás que 
se extenderá pronto el manto de amor y paz que necesitamos en la 
tierra. Atrévete a cambiar para que otros cambien.
El lugar en el que mora Dios está lleno de paz y amor, si deseas que 
Dios venga a la tierra, detén la violencia y el rencor. Verás cómo todo 
cambia.
Les deseo mucho amor, paz, felicidad, éxito y bendiciones en sus vidas...