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martes, 23 de noviembre de 2010

LO QUE EL MUNDO NECESITA, UN MENSAJE DIVINO.





Mas personas que hagan algo por mejorar las cosas, Menos que las desaprueben.
Mas personas que actuen, Menos que hablen.
Mas personas que digan: puede hacerse! Menos que digan: no puede hacerse!
Mas personas que inspiren confianza a los demas, Menos que arrojen "un chorro de agua fria" sobre los que han dado aunque sea un solo paso en la direccion correcta.
Mas personas que se interesen en las cosas y hagan algo para mejorarlas, Menos que se sienten a un lado
sin hacer mas que encontrar los defectos. Mas personas que señalen lo que es correcto, Menos que insistan en señalar lo que es incorrecto.


Mas personas que "enciendan una vela", Menos que "maldigan la oscuridad" . . .

Humanidad: En mi palabra existe la miel, para endulzar el triste sabor de vuestra vida. Yo sé que te sientes muy distante de la paz, de la armonía, de la fraternidad, y tienes razón porque es tan diferente en cada hombre el concepto sobre Dios, sobre la vida, y sobre la verdad, que tal parece que hay muchos dioses o que existe un dios para cada hombre. Mucho te has acostumbrado ante la maldad existente, que ya no te detienes a meditar en las causas que la originan. 


El mundo se agita en medio de una tempestad y
ha perdido el rumbo. La niñez ya conoce la amargura y pronto endurece su corazón, los adultos son atraídos por los placeres y los vicios, también los adolescentes y hasta los niños, a todos les ha llegado el veneno acumulado a través de los tiempos. Y los que han logrado escapar de la funesta influencia de maldad ¿Qué hacen por los que se han perdido?

Juzgarles, censurarles y escandalizarse de sus actos. Las flores se marchitan en plena juventud, los vicios toman fuerza, se atenta contra la vida, existe soledad en el espíritu y tristeza en el corazón, hay luto y
lágrimas, pobreza material y espiritual, el materialismo, la envidia, el rencor, el egoísmo, la soberbia, la vanidad. la falta de verdadero amor y de fe han invadido lo más íntimo de la vida de los hombres. ¡El mal se ha multiplicado, ofuscando la mente y el corazón!

Millones de enfermos del cuerpo y del espíritu, pueblan la Tierra, niños que andan abandonados a sus propias fuerzas, multitudes de ancianos sin conocer el consuelo, viudas y mujeres desamparadas que ignoran las delicias del calor de un verdadero hogar, seres recluidos en el olvido y la guerra que va dejando luto en cada pueblo. ¿Acaso han olvidado la magnitud de sus faltas? Es necesario que comprendan lo que significa ante la Divina Justicia, arrebatar la vida a un semejante, destruir la fe engañar, traicionar un corazón, profanar la inocencia, causar una deshonra, robar, mentir, humillar y tantas imperfecciones que pasan inadvertidas, porque es tanta la familiaridad con este dolor, que lo ven como parte de su vida.

La humanidad sufre estas consecuencias, porque a través de los tiempos ha hecho mal uso del libre albedrío, desoyendo la voz de la conciencia y alterando la Ley, en su forma de actuar, de pensar y de vivir. Esto ha traído como resultado la presencia de insanas influencias que vuestros ojos no contemplan, las cuales se manifiestan en la vida de muchos seres induciéndoles al odio, al rencor, a la venganza, al suicidio, e inspiran a muchos a permanecer en los vicios y a quitarle la vida a sus semejantes ¿Es esto la verdadera vida? Se arrebatan el pan los unos a los otros, los ambiciosos no pueden ver que los demás posean algo, porque lo quisieran para sí; los fuertes se apoderan del pan de los débiles y éstos se
concretan a ver comer y gozar a los poderosos. ¿Cuál es el adelanto moral de esta humanidad, y cuál es el desarrollo de sus más nobles sentimientos?

En la época en que el hombre vivió en cuevas, también se arrebataban el alimento los unos a los otros; y los más fuertes se llevaban la mayor parte; también el trabajo
de los débiles fue en provecho de los que se
imponían por la fuerza, y se mataban pueblos con pueblos. ¿En dónde está la diferencia entre la humanidad de ahora y la humanidad de aquellos días?
La tristeza de esta humanidad, se ha convertido en un clamor que ha llegado a la altura de los cielos. Y se pregunta: ¿Cuándo viviremos libres de esta oscuridad, cuando habrá verdadera comprensión y amor entre los seres de este planeta, cuando podremos vivir en verdadera paz, cuando dejará de haber suicidios, asesinatos, vicios, secuestros, violaciones cuando habrá justicia en los jueces, magnanimidad en los gobernantes, cariño, y amor a la creación?

 Yo le digo a la humanidad: Cuando el orden de su vida cambie, y sepan mirar fuera de ustedes mismos cuando desparezca la soberbia, el orgullo, la vanidad, cuando la mentira no sea tomada como verdad.
Humanidad: para disminuir este flagelo, necesitas imperiosamente hacer uso del poder de la oración espiritual. En ella, encontrarás la forma de prevenir algún peligro, de resolver un problema, de solucionar una confusión de evitar un dolor o atenuarlo. En la oración hallarás consuelo, inspiración y fuerza, ella te dará la dulce satisfacción de poder hablar íntimamente con Dios. 

Yo solo te pido humanidad, que reconsideres muchos actos y pensamientos de vuestra vida. Para que la oración, sea efectiva, tiene que estar acompañada de la regeneración y de buenas obras, no basta con pensar, hay que saber perdonar y amar.
Este será el tiempo en el que los hombres se den cuenta del poder de la oración, y para que ésta, tenga verdadera fuerza, es menester que con amor, con y caridad la eleven hacia el verdadero Dios. Todas las horas y todos los sitios son propicios para orar. Lo que vengo a inspirarles es la armonía espiritual, la unión de buenos y sanos pensamientos; que toda la humanidad llegue a conocer y a practicar la oración espiritual Si ya estuvieran unidos en espíritu, en pensamiento y en sanas intenciones, bastaría sólo vuestra oración para detener a las naciones que viven preparando la hora de lanzarse unas contra otras. 

Es necesario que la fuerza de la oración, supere el estruendo de las armas, de los vicios y de la maldad. Con el poder de la oración espiritual harán que muchos se desistan de insanos propósitos. Si lo haces humanidad, Yo haré que este mundo se levante limpio de su lepra, también haré surgir vida de la muerte;
lograré que del odio broten frutos de reconciliación y que de la locura surja la razón. Comprende que todos sin excepción son responsables de este caos y no quiero volver a repetir mis frases de aquel tiempo: "El que se encuentre libre de pecado, que arroje la primera piedra" en otras
palabras: Quien no es causante de la guerra, es responsable de la paz.

Si esta humanidad estuviera ya unificada en la verdadera oración, le bastaría unos momentos cada día de meditación, para detener la maldad manifestada en tantas y diversa formas, Les inspiro la verdadera oración.
Como único camino, no esperen otra solución Pueblos y naciones del mundo.

Porque la verdadera paz no se logra con mandatos, ni decretos, ésta solamente proviene de Dios. Humanidad infinitamente amada por Mí, Yo sólo sé decirte que lo que es mío no lo dejaré perder; te amo desde antes que fueras y te amaré eternamente.

Salmos 36:8

"Serán completamente saciados de la grosura de tu casa,
Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias".

 Colaboración de Guillermo Cruz de México, D.F.

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