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domingo, 12 de septiembre de 2010

DESDE HOY


Practicaré el no juzgar. Comenzaré mi día con esta declaración:
"Hoy no juzgaré nada de lo que ocurra"; y a través del día me 
recordaré el no juzgar.
Haré un compromiso para mantener la riqueza circulando en mi 
vida al dar y recibir los regalos más preciados de la vida: los regalos 
de cuidados, afecto, aprecio y amor. Cada vez que me encuentre con 
alguien, le desearé silenciosamente felicidad, alegría y regocijo.
Le pediré a mi corazón que me guíe y me dejaré guiar por sus 
mensajes de bienestar y malestar. Si me siento cómodo con mi 
decisión, me entregaré a ella. Si mi decisión me produce malestar, 
me detendré a ver las consecuencias de mi acción con mi visión 
interna. Esta guía me permitirá tomar decisiones espontáneamente 
correctas para mí y para los que me rodean.
Hoy mi conciencia se mantendrá establecida en la no defensa. 
Renunciaré a la necesidad de defender mi punto de vista. No sentiré 
necesidad de convencer a otros de aceptar mi punto de vista. 
Me mantendré abierto a cualquier punto de vista y no me apegaré 
con rigidez a ninguno de ellos.
Me recordaré el practicar conciencia del momento presente en 
todas mis acciones. Me negaré a permitir obstáculos que consuman 
y disipen la calidad de mi atención en el momento presente.
Aceptaré el presente como es, y manifestaré el futuro a través de 
mis más profundas y amadas intenciones y deseos.
Hoy me comprometeré a no tener apego. Me permitiré y permitiré 
a aquellos alrededor mío libertad de ser como son. No impondré con 
rigidez mi idea de cómo deben ser las cosas. No forzaré soluciones a 
los problemas, para no crear más problemas. Participaré en todo con 
total desapego.
Diario preguntaré: "¿Cómo puedo servir?" y "¿Cómo puedo ayudar?"
La respuesta a estas preguntas me permitirá ayudar y servir a mi 
prójimo con amor.
Te das cuenta de que la vida es como el mar?...Hay días que 
son azules y tranquilos, las aguas acogedoras, deliciosas....
Otros días son nublados, con grandes tempestades, aunque 
cuando parece que el océano te va a devorar nace un nuevo 
día lleno de sol y calor... Navegamos en medio de este océano.
Somos lanchitas pequeñas, pero grandiosas.
Cada lancha tiene su timón....En ti esta tomar hoy mismo el 
timón de tu vida.
Sabes, por la gracia de Dios,
el rumbo que deseas seguir.
Sabes que para llegar a tu meta tendrás que atravesar como 
todos, grandes tormentas de todo tipo: pasionales, depresivas,
morales, económicas.
Sin embargo, tienes el timón en tus manos.
Como todo marinero, debes saber manejar el timón.
En el orden material, cuando tenemos un tremendo dolor de 
cabeza, nos produce tristeza, depresión, etc.
Nuestro barquito empieza a ladearse por un simple dolor.
Tomamos un medicamento y enderezamos el barco.
Volvemos a sentir la salud normal que nos lleva a equilibrados 
en lo físico.
Diariamente tenemos que ir gobernando el timón; debemos 
tomar determinaciones, decisiones, para enderezar nuestra 
vida.

En el orden moral, nos topamos con amistades que nos arrastran 
a cosas no convenientes de diferentes tipos: conversaciones que 
dañan nuestra mente tranquila, ideas negativas para nuestro vivir.
Hay que tomar el timón de nuestra nave y no dejar que nos aparten 
del equilibrio moral y espiritual.


Practicaré el no juzgar. Comenzaré mi día con esta declaración:
 "Hoy no juzgaré nada de lo que ocurra"; y a través del día me 
recordaré el no juzgar.
Haré un compromiso para mantener la riqueza circulando en 
mi vida al dar y recibir los regalos más preciados de la vida: los 
regalos de cuidados, afecto, aprecio y amor. Cada vez que me 
encuentre con alguien, le desearé silenciosamente felicidad, 
alegría y regocijo.
Le pediré a mi corazón que me guíe y me dejaré guiar por sus 
mensajes de bienestar y malestar. Si me siento cómodo con mi 
decisión, me entregaré a ella. Si mi decisión me produce malestar, 
me detendré a ver las consecuencias de mi acción con mi visión 
interna. Esta guía me permitirá tomar decisiones espontáneamente 
correctas para mí y para los que me rodean.
Hoy mi conciencia se mantendrá establecida en la no defensa. 
Renunciaré a la necesidad de defender mi punto de vista. 
No sentiré necesidad de convencer a otros de aceptar mi punto 
de vista. Me mantendré abierto a cualquier punto de vista y no 
me apegaré con rigidez a ninguno de ellos.
Me recordaré el practicar conciencia del momento presente 
en todas mis acciones. Me negaré a permitir obstáculos que 
consuman y disipen la calidad de mi atención en el momento 
presente. 
Aceptaré el presente como es, y manifestaré el futuro a través 
de mis más profundas y amadas intenciones y deseos.
Hoy me comprometeré a no tener apego. Me permitiré y 
permitiré a aquellos alrededor mío libertad de ser como son. 
No impondré con rigidez mi idea de cómo deben ser las cosas. 
No forzaré soluciones a los problemas, para no crear más 
problemas. Participaré en todo con total desapego.
Diario preguntaré: "¿Cómo puedo servir?" y "¿Cómo puedo 
ayudar?" La respuesta a estas preguntas me permitirá ayudar 
y servir a mi prójimo con amor.
Te das cuenta de que la vida es como el mar?...Hay días que 
son azules y tranquilos,
con las aguas acogedoras, deliciosas.
Otros días son nublados, con grandes tempestades,
aunque cuando parece que el océano te va a devorar
nace un nuevo día lleno de sol y calor.

Navegamos en medio de este océano.
Somos lanchitas pequeñas, pero grandiosas.
Cada lancha tiene su timón.
En ti esta tomar hoy mismo el timón de tu vida.
Sabes, por la gracia de Dios, el rumbo que deseas seguir.
Sabes que para llegar a tu meta tendrás que atravesar  como 
todos- grandes tormentas de todo tipo: pasionales, depresivas, 
morales, económicas.
Sin embargo, tienes el timón en tus manos.
Como todo marinero, debes saber manejar el timón.

En el orden material, cuando tenemos un tremendo dolor de 
cabeza, nos produce tristeza, depresión, etc.
Nuestro barquito empieza a ladearse por un simple dolor.
Tomamos un medicamento y enderezamos el barco.
Volvemos a sentir la salud normal
que nos lleva a equilibrados en lo físico.
Diariamente tenemos que ir gobernando el timón;
debemos tomar determinaciones, decisiones,
para enderezar nuestra vida.

En el orden moral,
nos topamos con amistades que nos arrastran a cosas
no convenientes de diferentes tipos: conversaciones que 
dañan nuestra mente tranquila, ideas negativas para nuestro 
vivir.
Hay que tomar el timón de nuestra nave y no dejar que 
nos 
aparten del equilibrio moral y espiritual.
Tendrás que tomar decisiones.
Tómalas con la seguridad de que nada te aparte de tu 
camino, de tu meta.
Cometemos errores y de ahí vienen nuestras depresiones 
y nuestra agresividad.
Cuando encuentres en tu vida gente agresiva y que solo ve 
lo negativo de los demás, discúlpalas, perdónales de 
antemano.
Son personas que no han sabido llevar el timón de su vida.
Lo llevan ellos solos, sin guía, sin meta,
confiando solo en si mismos, en sus fuerzas.
Pero tú toma el timón de tu nave y entrégalo a Dios
para que tengas la seguridad de que siempre llegaras
a puerto seguro.
De ti depende la felicidad, solo de ti
al hacer esa entrega total de tu vida a Dios,
al hacerle tu Salvador y tu Señor para que tengas vida eterna
y su Espíritu Santo te guie en todos los pasos de tu vida, que
 guie tu timón.
Entonces, vive intensamente el momento presente.
Concentra todo tu ser en lo que haces y no temas al futuro.
El faro de Dios te cuida y te protege siempre!.


De ti depende la felicidad, solo de ti al hacer esa entrega total de tu 
vida a Dios, al hacerle tu Salvador y tu Señor para que tengas vida eterna
y su Espíritu Santo te guie en todos los pasos de tu vida, que guie tu timón.
Entonces, vive intensamente el momento presente.
Concentra todo tu ser en lo que haces no temas al futuro.
El faro de Dios te cuida y te protege siempre!...Bendiciones.



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