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sábado, 13 de junio de 2020

LOS MILAGROS DE DIOS, LLEGAN A TU VIDA CUANDO CREES Y TIENES FE...


Dios siempre está cerca, al alcance de nuestras oraciones, para ayudar a los 
que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza.
Bendito aquel que en Dios confía y por Él se guía. Será bendecido él y su 
familia.
Y Jesús le dijo: "vete tu fe te ha salvado y enseguida recobró la vista, y 
seguía a Jesús en el camino" (Marcos 10-52). Hoy y en breve quiero 
hablarte de este hombre ciego llamado Bartimeo, el cual tuvo encuentro 
con Jesucristo cuando el maestro salía de Jericó. Dice la palabra de Dios 
que este hombre se encontraba a una lado del camino mendigando como 
consecuencia de su incapacidad física, le era difícil desarrollarse como 
persona y ganarse la vida como cualquier otro, no podía pescar, usar 
el molino o sembrar como la mayoría de los hombres, por lo tanto 
mendigaba buscando un poco de caridad entre la gente que escuchaba 
pasar. Aunque la palabra de Dios no nos enseña la causa de sus ceguera, 
lo que sí sabemos que este hombre lamentaba terriblemente su situación…
Quizás en su corazón el anhelaba poder contemplar el mar, poder ver 
el color de la flores, quizás anhelaba ver a los niños correr, echarse a la 
mar y navegar mar adentro o poner su mano en el arado e ir sembrando, 
pero después el mismo volvía y bloqueaba su imaginación con una palabra 
"estás ciego imposible para ti", pero esa tarde querido hermano sucedió 
un encuentro inesperado, un encuentro que cambió completamente la 
vida de este hombre. Dice la palabra de Dios que este hombre escuchó 
que nuestro señor Jesucristo pasaba por aquel lugar…
La fama de nuestro Señor se había extendido en gran manera, seguro sus 
milagros y maravillas habían llegado a los oídos de este hombre. 
Pudiéramos decir que al igual que aquella mujer con flujo de sangre lo 
había intentado todo y muchos le habían engañado, quizás muchos le 
habían jurado sanarlo y no lo habían conseguido. Pero cuando escuchó 
que Jesús pasaba -sin pensarlo- elevó su voz en busca de ayuda exclamando, 
¡Jesús! ¡Hijo de David! ten misericordia de mí. Cuando hizo esto muchos 
de los que le rodeaban le reprendieron, le callaban, quizás diciendo 
"cállate para qué le hablas, para qué le molestas, para que le buscas"
 ¡pobre ciego!.
Este hombre tenía, querido hermano, dos opciones: conformarse con la 
vida que llevaba entre tinieblas y soledad, o buscar la ayuda de aquel 
que podía obrar un milagro en su vida y sin dudarlo nuevamente clamó 
a aquel que lo puede todo, ¡Jesús! ¡Hijo de David! ¡Ten misericordia de 
mí Jesús! ¡Ten misericordia de mí!
Dice la palabra de Dios que el maestro escuchó su voz y envió a sus 
discípulos a llamarle y ellos vinieron a él, le dijeron ¡levántate! ten 
confianza, te llama… Dice la palabra que rápido arrojó su capa y 
vino a Jesús y respondiendo dijo Jesús ¿qué quieres que te haga? y 
él le contestó "que recobre la vista". Bien querido hermano, joven, 
señorita, que hoy Dios me ha enviado con este mensaje hacia a ti 
con las mismas palabras que le fueron dichas a este hombre…
Hoy las repito a ti, ¡levántate! ten confianza, te llama y hablo a ti 
que por diversas circunstancia te encuentras a un lado del camino. 
A ti que quizás las situaciones que has enfrentado han menguado 
tu fe y tu visión espiritual se ha acortado. A ti que has dejado de 
orar, de ayunar, de leer la palabra como lo hacías antes. A ti que 
has frenado tu búsqueda para con Dios, a ti son las palabras que 
fueron dichas a este hombre, pero al igual que él tienes dos opciones: 
conformarte a la vida que estás viviendo, o romper el silencio y 
clamar a aquel que te puede ayudar. No hay nadie que pueda frenar lo 
que Dios puede hacer en tu vida…
Quizás las burlas, las quejas, las murmuraciones y las situaciones que 
enfrentaste en tu hogar. Quizás la enfermedad de un ser querido ha 
menguado tu fe, quizás caíste en pecado y has acudido a Dios a pedir 
perdón y Satanás continúa zarandeando tu mente, atormentándote y 
echándote en cara tu error. Hoy querido hermano tú puedes romper 
el silencio, decía el salmista "de lo alto vendrá mi socorro, de Jehová 
que hizo los cielo y la tierra", él puede sanarte nuestro señor Jesucristo 
aún sigue pasando por aquí, él quiere volverte la vista y que seas testigo 
de su poder y maravillas. Quizás muchos te han criticado por tu error, 
quizás te han echado en cara lo que hiciste, quizá te han condenado…
Hoy quiero decirte que aún la gracia y la misericordia de Dios no se 
han apartado de tu vida, él quiere levantarte. No quiere que sigas 
caminando a un lado del camino, él quiere darte una nueva visión 
fresca, que mires mas allá de lo que ahora ves y como está escrito: 
"cosas que ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, ni han subido a 
corazón de hombre, las cosas que Dios ha preparado para los que le
 aman" (1 corintios 2-9). Dios quiere que te levantes, que pongas 
manos a la obra y tomes posición en tus ministerios, que acciones 
los dones y talentos que él ha puesto en ti. Pero ahora con una nueva 
visión él te llevará a realizar cosas irrealizables para alabanza de su 
nombre, ¡vamos! ¡atrévete en esta noche a romper el silencio! ¡Echa 
fuera todo lo que te estorba para venir a él, como aquel ciego arroja 
tu capa! ¡echa fuera el rencor!, ¡el dolor! ¡Ya basta de vivir del pasado,
 de los recuerdos que te atormentan y no te permiten caminar!.
¡Es tiempo de limpiar!, ¡renovar! ¡restaurar!... De sanar el corazón, 
de clausurar ese capítulo de tu vida que te llevó a estar a un lado del 
camino. Hoy puedes empezar de nuevo, hoy Dios te brinda una nueva 
oportunidad, es el tiempo de romper el silencio, este es, ¡tu tiempo! es 
el momento de decirle al diablo "estoy derribado pero no destruido". 
Los acontecimientos a nivel mundial son una clara alerta a la predicación 
del evangelio, estamos en una guerra constante contra las fuerzas del 
enemigo y en tiempos de guerras no puede haber soldados en las 
trincheras…
Muchos dice que esto de buscar a Dios es cosa de ancianos, pero esta 
mentira diabólica queda derribada cuando jóvenes como tú se levantan 
llenos del espíritu a predicar el evangelio. Es el tiempo y el momento de 
romper el silencio, y predicar libertad a los cautivos… ¡Que Dios te bendiga!...
Juan C...

 Temer a Dios es sentir temor por lo desconocido...
Creer en Dios es tener fe en que Él todo lo puede...
Amar a Dios es agradecerle por todo lo que nos entrega...Seguir a Dios es 
entregar todo nuestro amor, sin esperar nada a cambio
Ama al Señor con ternura y él cumplirá tus deseos más profundos...
 Hay momentos en la vida donde todo se apaga, menos la luz, el amor y 
los milagros  de Cristo, que permanecen para siempre...
Recuerda que las noches más oscuras, producen las estrellas más 
brillantes. De cada tribulación y problema saldrás y resplandecerás, 
gracias a la bondad de Dios.
 Que Dios te dé por cada tormenta un Arcoíris. Por cada lágrima 
una sonrisa... Por cada problema en tu vida una solución  y que 
encuentres una respuesta en cada oración...Y para tu hogar, tu 
familia y tu vida, una gran bendición de Dios.